Hoy se ven las caras ante un juez, si bien en un trámite procesal menor (un acto de conciliación) la Auxiliar de Enfermería que se autocontagió de ébola por su propia torpeza e incompetencia profesional (a su avanzada edad aún no se ha ganado la plaza en propiedad, incluso suspendió el examen al que se presentó a primeros de octubre pasado) y la médico de Atención Primaria con quien tuvo un doble comportamiento canalla:
· no le informó de su contacto con el ébola, por lo que la doctora le exploró a pelo, sin protección, provocándole un riego grave de infección (de hecho tuvo que permanecer ingresada, y aislada, en observación durante el periodo de incubación de la enfermedad).
· después le descalificó profesionalmente diciendo que le había recetado paracetamol para combatir el ébola.
Del resultado del acto de conciliación se podría derivar una querella de la doctora contra la auxiliar de enfermería, con petición de una condena penal y la exigencia de una fuerte indemnización.
ULTIMA HORA:
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El resultado del acto de conciliación ha sido el único lógico: la Romero ha reconocido que mintió (enlace pinchando aquí encima).
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