Hay veces en que comentar una noticia, o un artículo, o una columna, bien elaborados, no hace sino estropearlos, por eso hoy nos limitamos a presentar la opinión de Tonia Etxarri en El Correo de este lunes, sobre la noticia que ha acaparado la actualidad política regional en el País Vasco el último fin de semana, sobre la que se han pronunciado casi todos los operadores políticos locales, autonómicos y nacionales:
"¿QUIÉN LES CREE?"
El PNV tiene un largo camino en la apuesta por la derrota de ETA, debido a la resistencia que aún ofrecen algunos dirigentes más identificados con la familia política de Batasuna.
Es tan vieja la persistencia de ETA, tan repetitivos sus mensajes y tan insufrible su obsesión por controlar y coaccionar a los ciudadanos vascos desde los desagües nacionalistas que hasta las reacciones a sus apariciones públicas han dejado de ser novedosas. ¿O se trata de reacciones tardías? La enésima propuesta de la denominada izquierda abertzale ha sonado a rancia. La mayoría de los partidos democráticos así la han considerado. Incluso el PNV, cuyos dirigentes en Vizcaya parecen 'caídos del caballo'. En una fiesta de partido en la que coincidieron el alcalde de Bilbao, el diputado general de Vizcaya y Andoni Ortuzar, los tres dirigentes coincidieron en restar importancia a esa propuesta de «pacificación» del entorno de Batasuna que sigue sin separarse de ETA.
'Bienvenidos al club de los desengañados' habrá que decirles a los jelkides vizcaínos, esperando que la caída no haya sido muy dolorosa. Porque muchos, antes que ellos, y muchos años hace ya de esto, otros ciudadanos vascos como los Ordóñez, los Buesa o los Pagazaurtundúa, acompañados de tantas voces anónimas, exigían que ETA entregase las armas. Y punto. Y por mantener esa actitud se les acusó de enemigos del proceso de paz. Ahora Ortuzar dice que no cree lo que dice el entorno de ETA. Bien. Que se lo explique primero al veterano Arzalluz, que padece cierta confusión entre los enemigos de la democracia y los adversarios políticos. Y luego, que se dirija a su compañero guipuzcoano Joseba Egibar, que se opuso, el pasado verano, a suscribir un pacto contra ETA que estaba diseñando el ministro Rubalcaba. (Para seguir leyendo, PINCHAR AQUÍ ENCIMA).
'Bienvenidos al club de los desengañados' habrá que decirles a los jelkides vizcaínos, esperando que la caída no haya sido muy dolorosa. Porque muchos, antes que ellos, y muchos años hace ya de esto, otros ciudadanos vascos como los Ordóñez, los Buesa o los Pagazaurtundúa, acompañados de tantas voces anónimas, exigían que ETA entregase las armas. Y punto. Y por mantener esa actitud se les acusó de enemigos del proceso de paz. Ahora Ortuzar dice que no cree lo que dice el entorno de ETA. Bien. Que se lo explique primero al veterano Arzalluz, que padece cierta confusión entre los enemigos de la democracia y los adversarios políticos. Y luego, que se dirija a su compañero guipuzcoano Joseba Egibar, que se opuso, el pasado verano, a suscribir un pacto contra ETA que estaba diseñando el ministro Rubalcaba. (Para seguir leyendo, PINCHAR AQUÍ ENCIMA).
2 comentarios:
El PNV se está bajando los pantalones.
Eso de estar en la oposición al ser nuevo no saben llevarlo bien, hay que cogerle practica.
No les queda otro remedio, si quieren volver a rascar poltrona.
Se siente.
Publicar un comentario