Ayer se inició en Madril (“madrid” en la manipulación lingüística NaCionalista) el enésimo juicio contra Arnaldín Otegui por enaltecimiento del terrorismo, temática en la que cuenta ya con dos sentencias condenatorias.En esta ocasión le acompañan en el banquillo de los acusados otros dos coleguitas de Eta-Batasuna, a saber, Josechu Álvarez y Josechu Permach, y los hechos que se juzgan tienen que ver con la participación de los tres en el mitin pro-etarra que celebraron en el velódromo de Anoeta (San Sebastián, Guipúzcoa) el 14 de noviembre de 2004 (hace exactamente 6 años, día arriba, día abajo).
“¿Y por qué, D. Ferchu, tanto retraso?”, “¡ay, amigo!, porque en aquellos tiempos ZP, y su fiscalía y algunos jueces (como Garzón, incluido), eran partidarios de una lectura “ad hoc” de las leyes, que ni siquiera se vino abajo tras el atentado de la T-4, sino meses después”.
El juicio, que obviamente trata de unos hechos delictivos, va a ser politizado, por el interés directo de algunos (todo el entorno de Eta-Batasuna y por extensión de todo el NaZionalismo) y también por la torpeza (¿y qué más?) de otros, como es el caso de Chusito Eguiguren, el aún presidente del PSE-EE.
En los próximos días la crisis económica pasará a segundo plano, las declaraciones autoinculpatorias de Felipe González en la trama GAL también, las “mordidas” del PNV a la caja común de los presupuestos se olvidarán y así un largo "suma y sigue; todo son prórrogas, "descansos" y despistes que le vienen muy bien a Zapatero, pero ¿y a España y a los españoles?.
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