El
saqueo de supermercados, tienda varias y “grandes superficies” es algo tan
antiguo como la historia de la humanidad en épocas de crisis, o durante
cataclismos naturales o tragedias colectivas, o como forma de agitación y de
propagada o, simplemente, como acto revolucionario de fácil ejecución.
La imagen que les traemos es un saqueo de
estos, en Bariloche (Argentina) este pasado viernes, que
nos recuerda mucho, muchísimo, demasiado, a las correrías del sempiterno alcalde
revolucionariete de Marinaleda, un tal Sánchez Gordillo, un tipo de Izquierda
Unida con responsabilidades de gobierno: él gobierna su Ayuntamiento desde que
se murió Franco, y su partido gobierna actualmente en la Junta de Andalucía (él
mismo, por cierto, tiene también escaño en el parlamento regional); pero él “la
monta parda” en cuanto puede contra el sistema, como campaña y forma de
autopropaganda y lucimiento personal (este verano se hizo no menos de 4 platós
de televisión en “prime time”), pero es una pose, es una impostura típica de
esta izquierda decadente que tenemos en España; ¿contra el sistema?, pero si él
mismo es parte (y además parte relevante) del sistema, es cómplice de ese sistema, y lo demuestra día a
día con su silencio y apoyo “de facto” a los grandes episodios de corrupción de
la Junta de Andalucía bajo los gobiernos de Griñán ahora, y Chaves antes.
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