Ha tardado mucho el Sr. Urcuyo en coger el toro por los cuernos; Rajoy el año pasado sólo tardó un mes y un día en asumir su cargo desde las elecciones del 20 de noviembre, y Nuñez Feijoo (con elecciones el mismo día) se le ha adelantado dos semanas. Y no son pocas las medidas urgentes que debe adoptar antes del 31 de diciembre, por razones legales y presupuestarias.
La afoto del día es la del saludo de quien se va (en realidad "le hemos ido") y del que llega.
Otra cosa estrafalaria que vamos a ver en nuestra modesta región es asistir al penoso espectáculo de comprobar como se arrastra por el hemiciclo (en realidad un cuadrado) del parlamento regional el presidente saliente; lo habitual en estos casos es que renuncie a su escaño y se dedique a otra cosa (de hecho ya le hicieron un hueco en el PSOE nacional), nunca hasta ahora el presidente que ha perdido el poder sigue al frente de su grupo parlamentario para ejercer (¿?) de líder (¿?) de la oposición (¿?).
Se arriesga a que permanentemente se ponga en solfa la que ha sido su política (¡y mira que ha hecho chapuzas el Pachiló!) y se niegue legitimidad a lo que proponga como alternativa a lo que va a venir; es decir, los debates sobre cualquier aspecto se pueden centrar en el pasado, en su gestión ... no en los nuevas propuestas que se pongan sobre la mesa.
Quizás Pachiló no se marche del parlamento de Vitoria simplemente porque no tiene donde ir. Pachiló se enfrenta a Pachi Nadie, su único curriculum es haber hecho pasillo en el partido desde que tenía pantalones cortos, y llevar el maletín a Nicolas Redondo Terreros, cero pelotero en curriculum académico, laboral y profesional, ¿a qué se podría dedicar?, ¿de qué podría trabajar esta nulidad si sale de debajo de los faldamentos del partido y se enfrenta al mundo laboral con una mano por delante y otra por detrás?.
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