El Concierto Económico: una antigualla y un paraíso fiscal de y para los naZionalistas

No es fácil resumir en unas pocas líneas qué es y qué representa en la actualidad el Concierto Económico unificado del País Vasco, reconstituido en 1981 a partir del Concierno Económico de Álava, que se mantuvo en vigor durante los 36 años de franquismo (01-04-39 a 20-10-75).
Vizcaya y Guipúzcoa habían sido declaradas "provincias traidoras" por el nuevo régimen; no así Álava y Navarra, en las que hasta los nacionalistas apoyaron a Franco; en cambio en Vizcaya y Guipúzcoa no triunfó la sublevación (quizás por la promesa del gobierno de la república de conceder a la región un estatuto de autonomía); así las cosas, los requetés alaveses y navarros vencieron a los nacionalistas guipuzcoanos en mes y medio, y a los vizcaínos en once meses.
Los avatares de la Transición y, básicamente, la errónea creencia de que accediendo a las peticiones de los naCionalistas se acabaría con el terrorismo nazi vasco, y los seguidores sabinianos se integrarían fielmente en la tarea común de construir una España libre, democrática y descentralizada, hizo que se reelaborara la antigualla del Concierto Económico.
Los naCis buscaban el poder económico, y político, de ser ellos los que “hicieran caja”, para después pagar como en un zoco, con el regateo, la componenda y el chantaje como normativa de aplicación.
Lo lamentable es que los naCis hallaron aliados insospechados para su plan, aunque con otra finalidad y otras motivaciones; la más “política” era la de Alianza Popular, que quería enfrentar la foralidad (los poderes provinciales potentes) con las fuertes tendencias centralistas de los nacionalistas vascos.
Los de A.P. pensaban que el origen, la fuente y el fondo de poder, si se residenciaba en las instituciones forales, determinaría la imposibilidad de que los órganos comunes (centrales) de la incipiente Autonomía pudieran servir para “echar un pulso” al Estado. Y sobre esta tesis plantearon un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Territorios Históricos, que repartía las competencias entre las provincias y la C.A. vasca de forma contraría a los derechos históricos de los territorios forales … Pero el Tribunal Constitucional falló en contra y consolidó un sistema centralizado de poder en la C.A. vasca.
A los nuevos naZis no les importaba el origen histórico, las raíces auténticas, de la autonomía; sólo querían la concentración y la centralización de toda forma de poder para, tras su fortalecimiento, tras su “paso del desierto”, poder plantar cara al resto de España (que es en la que estamos).
Para el PNV más importante que el Estatuto de Guernica, más importante que cualquier otro estatuto, es el Concierto Económico, y dentro de él, dos aspectos: poder definir el contenido y los tipos de algunos impuestos (con la posibilidad de crear un “paraíso fiscal”) y la capacidad para recaudar los denominados impuestos concertados.
Y no todos los demás partidos se han dado por aludidos en esta materia; alguno, en concreto, no se ha percatado de que tiene que cambiar de posición: si su tesis inicial (loable pero fracasada) fue desestimada por el Tribunal Constitucional … tendría que redefinir su programa de conformidad con el nuevo marco jurídico político interno. Y también con el marco europeo.
En Europa no cabe una antigualla como el Concierto Económico, que además se usa de forma ilícita para hacer la competencia desleal a otras regiones limítrofes. Esperamos y deseamos que el próximo jueves, 28 de febrero de 2008, comience el principio del fin del Concierto Económico.
Sobre esta materia en El Correo del día tienen cuatro interesante documentos sobre la materia: la información, las claves, la semblanza de la jurista que representará a la UE y un comentario editorial.
Pie de foto: la firma del Concierto Económico en enero de 1981.