El socialismo ya no es lo que era; la quiebra de las balanzas fiscales

Uno a veces no sabe por dónde empezar. Y pasa con esto de las “balanzas fiscales”. El socialismo español ya no es lo que era (si alguna vez lo llegó a ser). El colmo (al menos para las almas cándidas como la nuestra) llegó cuando se produjo el conflicto del agua del Ebro … aún recordamos a los socialistas de Aragón y media España, que preferían que el agua dulce del río (que pasa por seis comunidades autónomas) se perdiera en el mar mediterráneo antes que trasvasarla a Valencia y Murcia.
Pronto algún socialista de pacotilla pretenderá apropiarse del aire, de las nubes y de la lluvia, para negárselos al vecino, o cobrárselos a precio de oro …
Lo de las “balanzas fiscales” tiene también su miga: las balanzas fiscales como termómetro de la solidaridad socialistas entre los ciudadanos (que no territorios) de esta sufrida nación nuestra.
Las “balanzas fiscales” no miden más que el saldo de los flujos económicos resultantes de la recaudación de los impuestos que pagan los ciudadanos en España, según sus posibilidades, en relación con lo que les corresponde en la distribución de lo recaudado, según necesidades, para pagar los servicios públicos.
Ahora bien, los cálculos no se han hecho por provincias, ni por municipios … sino por comunidades autónomas, para alimentar el conflicto territorial entre ricos y pobres, y posibilitar el victimismo NaZionalista (más bien NaZional-Socialista) catalán (pero no vasco, que “saca tajada” del resto de España).
La metodología falla de raíz porque los contribuyentes que pagan y los beneficiarios de los servicios públicos no son las regiones, sino las personas, los ciudadanos …
“Los impuestos en España, y en toda tierra de garbanzos, constituyen una obligación personal, no territorial. Pagan impuestos los ciudadanos, no las Comunidades Autónomas. Los perceptores de rentas altas en Cataluña, Madrid o Extremadura, pagan impuestos de los que se benefician, mediante el gasto público, los que menos ingresos perciben. En Cataluña, Madrid o Extremadura. O en Asturias, Melilla o Canarias. Si Madrid, Baleares, Cataluña y Valencia pagan más que en el resto de las citadas, es porque en aquellas comunidades hay más ricos que en éstas. Así de simple.” Santiago González dixit, El Mundo 16-07-08.
Y añadimos, ¡es el mercado!, si Madrid o Cataluña tienen más ricos, ganan más dinero y, por lo tanto, pagan más impuestos, y, al propio tiempo, necesitan menos servicios públicos (sobre todo de tipo social), es porque sus actividades económicas privadas generan grandes beneficios en sus relaciones comerciales con otros ciudadanos de otras regiones de España, por la venta de los bienes y servicios que producen pensando precisamente en su mercado natural, que es el interior, el nacional, o sea, el español.