Si algo nos colma de satisfacción es la colaboración en materia antiterrorista entre todos los cuerpos policiales que hay en España, y la buena relación personal que existe entre sus miembros, sin distinción del color del uniforme o del mando del que reciban ordenes, o del responsable político que les marque el terreno.Nos gustó ver a agentes de la Guardia Civil y de la Policía autonómica vasca, juntos, hermanados, en el exterior de la casa-cuartel de la Benemérita en Villareal de Álava (Legutiano en trascripción a la jerga NaZionalista), tras explotar la bomba del Comando Vizcaya que destruyó el edificio y asesinó al Guardia D. Juan Manuel Piñuel Villalón.
Y nos satisface extraordinariamente que el brillante servicio de la Guardia Civil de detener la semana pasada al ultimo “Comando Vizcaya”, el que mandaba el tal Arcaiz Goicoechea, haya evitado la próxima masacre de este hatajo de asesinos, que consistía en asesinar a una dotación completa de agentes de la policía autonómica vasca, concretamente el día de San Ignacio, el 31 de julio, pasado mañana como quien dice, en el Puerto Viejo de Algorta (Guecho, Vizcaya), con una potente bomba contra un furgón encargado de la seguridad de una carrera ciclista que allí se celebra con ocasión de las fiestas locales.
Una vez más la Guardia Civil ha salvado la vida de muchos erchainas ... ¡a ver con qué putada, con qué canallada, los imbéciles del tripartito del Lejendaccary Ivarreche les agradecen el servicio!.
Por cierto, no estaría nada mal que los partidos constitucionalistas de la oposición en la parlamento regional autonómico de Vitoria tomaran nota de esto, y pusieran en marcha alguna iniciativa parlamentaria (ovarias) al respecto, tan pronto como sea reglamentariamente posible.
Pie de foto: Guardias Civiles y Erchainas en el exterior de la Casa Cuartel de Villareal de Álava.
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