Previsible caída de 3.500 millones de euros en la recaudación de las haciendas de Vizcaya, Álava y Guipuzcoa

La caída en la recaudación de las tres haciendas forales de Vascongadas en el periodo enero-julio del año ha sido del 27,6%. La reducción de la actividad económica en el mes de agosto y la profundización de la crisis en el segundo semestre nos hacen temer que lleguemos a una pérdida de ingresos fiscales de más de 3.500 millones de €, más del 30% con respecto al año pasado.

Con este panorama no cabe otra opción para todas las administraciones públicas que "apretarse el cinturón", eliminar todo gasto que no sea imprescindible y dedicar todos los esfuerzos a propiciar la reactivación económica y la generación de empleo, única forma de que, vía IRPF y vía consumo, se recuperen los niveles de recaudación fiscal, que sólo es compatible con una economía sana y con la población activa trabajando.

Los "parches" que akí, y en el conjunto de la nación, están poniendo los gobernantes, se nos antojan insuficientes, cuando no engañosos, además de estar trufados de componentes ideológicos trasnochados (los puños en alto del gobierno ZP, además del hermano de Juan y Antonio Guerra, en el acto del domingo último en Rodiezno), que además de crispación sólo aportan división e insolidaridad entre los españoles.

Las soluciones deben diseñarse de aquí a breves fechas, antes de que se cierren los anteproyectos de presupuestos generales (del estado, de las autonomías y de los ayuntamientos). Con relación a los presupuestos de Vascongadas, cuya situación es de privilegio (el Concierto Económico es una engañifa, porque del 6,24%, ná de ná, ni siquiera la mitad de la mitad), y previo acuerdo entre el PSE y el PP, la única solución posible es liquidar los chiringüitos NaCis, limpiar de sobresueldos las administraciones públicas y poner en cuarentena los miles de empresas creadas por el NaCionalismo exclusivamente para hacerse con la adjudicación de las obras y suministros a las empresas públicas y a la administración, que controlan férreamente.

Y si se hace esto, no será necesario ni incremento de impuestos ni congelación salarial de los empleados públicos (que siempre pagan el pato de los despilfarros de los dirigentes políticos): ni al PSE ni al PP (menos al PP) les interesa ponerse en contra de los empleados públicos, para recortar lo que les ha sido facilitado por el gobierno anterior; una cosa es congelar las plantillas, eliminar cargos directivos, reducir los puestos de libre designación, recortar la legión de asesores ... pero no toquen el bolsillo de los funcionarios de a pie, que son más de 100.000 personas que nada han hecho para que las cosas vayan tan mal, sobre todo por causa de la incapacidad de los gestores de lo público. Y si se lo tocan, porque "tienen el sueldo seguro", que por ley se impidan también con carater general todos los incrementeos retributivos de cualquier trabajador en el 2010, incluso aunque estén ya pactados en convenio, que se congelen igualmente las pensiones, etc. ¿A que esto no?, pues si esto no, lo otro tampoco.