Quien
iba a poder decir hace sólo unos años que en Vascongadas, con todo lo que había
venido sucediendo desde hacía medio siglo, incluido un régimen de terror alimentado
por casi 1.000 personas asesinadas, la firmeza del Gobierno de España, que puso
en marcha el Presidente Aznar, pudiera acabar no ya con la banda criminal
nacionalista vasca (que también), sino además, y muy principalmente, con el supuesto
deseo separatista de la sociedad vasca, de hecho, la encuesta del Gobierno
vasco conocida como el “Sociómetro” (la noticia es de junio de 2015) señala que
solamente el 25% apoya la independencia de la región, y, es más, en relación con
la misma encuesta de un año antes, se ha reducido en 5 puntos porcentuales, ya
que en julio de 2014 estaba en el 30%.
Este comentario viene a cuento porque para muchos la pregunta del momento es qué hacer
para poner coto a las veleidades separatistas del ya ex-honorable Mas y sus epígonos.
Y el comentario pone de manifiesto que la respuesta es muy simple: la firmeza democrática
de la sociedad española (y de su gobierno) en apoyo, en este caso, del 52% de los catalanes
que en sus peculiares (¿?) elecciones estatutarias-peudoplebiscitarias del pasado
27 de septiembre, por mayoría rechazaron el “procés”.
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