Nos ha gustado la imagen de los policías franceses que arrestaron hace unos días al joputa de "Cheroqui", captada en el preciso momento en que se hacen una fotografía junto al avión al que acaban de subir al canalla asesino, rumbo a París, para que Dña. Laurence Le Vert oficie en consecuencia."Cheroqui" es ya sólo un monito de feria, un titi, un pasmarote; y, en el mejor de los casos, un caso resuelto por la policía, y un trofeo con el que puede resultar de algún interés hacerse una foto ... ya saben, para presumir en el choco o para enseñar algún día a los nietos.
Los asesinos nacionalistas vascos no son nada sin pistolas, y sólo son algo cuando tienen enfrente a una persona desarmada (como los dos Guardias Civiles asesinados en Capbreton), o cuando se acercan por la espalda para disparar en la nuca a un infeliz desprevenido.
"Cheroqui" es menos que nada ... nos hemos enterado en estos días de su despreciable vida en el bilbaíno barrio de Santuchu, donde por cierto la gente le conocía como "Gari Patillas".
Ahora no es ni eso; sólo un pendejo que se pasará buena parte del resto de su vida en la trena.
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