La gente normal, y sana, y sin miedo (¡¡ay!!) en cualquier lugar de España recibe la visita de los Príncipes con una alegría enorme ... pero akí el miedo (¡¡ay!!) se ha convertido en una sordina de grandes dimensiones, y en Bilbao, como en el resto de esta región, son pocos los ciudadanos que asisten a estos actos: pocos pero selectos, pocos pero valientes, pocos pero de los que merecen la pena.
Pero es seguro que con el cambio que se esta produciendo en la sociedad vasca (y en el que la elección de un nuevo lehendakari es sólo una anécdota), cada vez la presencia de la Casa Real en Bilbao será más intensa y será también más ampliamente respaldada por los ciudadanos.
Porque la categoría (que no la anécdota) es que la sociedad vasca ha cambiado ... ¡y más que se verá!.
1 comentario:
De haberme enterado a tiempo yo tambien habria ido, pero con el pito que llevé a Mestalla!
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