¿Qué pensar de los resultados definitivos en nuestra aldea de las "europeas"?

Aki, en las Vascongadas, los análisis de los resultados de la jornada electoral europea de este domingo adolecen de una dificultad adicional con relación al resto de España, cual es la irrupción de la lista deSastre de Eta-Batasuna.
I. I. se ha podido presentar a estas elecciones por gracia divina, digo constitucional, de nuestro Alto Tribunal (que nunca había caído tan bajo), y el nuevo disfraz etarra ha recolectado akí 115.281 votos (15,89%), convirtiéndose en la tercera fuerza política vasca, ex aequo con el PP, con el que se encuentra en situación de empate técnico. Por cierto, estos individuos han logrado otros 60.000 votos más en el resto de España.
Siempre se ha dicho (y básicamente con razón) que no se pueden comparar elecciones distintas a efectos de obtener conclusiones con implicaciones prácticas en cuanto a la orientación del voto futuro; máxime en las elecciones europeas, que se suceden para 5 años (no 4) y que se caracterizan por romper a la baja todas las tasas de participación.
Así que no es fácil extraer conclusiones en general, ni akí, por lo dicho, en particular. Pero los datos son los datos: han bajado en número absoluto de votos todos los partidos (PNV, PP, EA y Aralar, e IU), excepto el PSE que ha subido respecto del 2004 en unos 1.000 votos. En materia de porcentajes la comparación requeriría “cocinar” los datos, porque los votos de los debutantes (I.I. y UPyD) suponen un porcentaje que habría que suprimir y, después, reajustar el total para comparar magnitudes homogéneas, cálculos que nadie ha hecho y que, por tanto, huelga que nosotros realicemos.
Nos parece, sin embargo y a modo de colofón, que este incremento de votos de los socialistas vascos sobre los obtenidos en las anteriores elecciones europeas, representa una esperanza de futuro para la ciudadanía, en la medida en que el factor “ser gobierno” (autonómico o regional en este caso) concita un incremento de las adhesiones populares que resultará imprescindible de cara a los cambios que el Lehendakari López debe afrontar con prontitud y profundidad en las instituciones regionales vascas.