Este pasado jueves las portadas de todos los periódicos españoles (y de medio mundo) recogieron la foto de cuatro soldados norteamericanos peeing ("meando") sobre los cadáveres de un grupo de terroristas talibanes a los que se acababan de cargar. Se trata de una brutalidad de la guerra de tono menor (aunque de mal gusto mayor), porque lo fundamental es matar a un ser humano, no echar una meada sobre unos despojos inertes que, ni oyen ni ven ni sienten ni padecen, insistimos, mal gusto aparte.
Los protagonistas de la foto se muestran tranquilos, sonrientes, orgullosos; seguramente piensan que si el reparto de los papeles hubiera sido el alternativo, sus propios cadáveres habrían sido sometidos a peores vejaciones: arrastrados, pisoteados, meados, descuartizados, quemados y finalmente los pedacitos resultantes colgados en algún lugar público, sometidos a la ira del populacho, que de esos episodios también hay noticias e imágenes.
Sin embargo, la guinda la ponen algunos periódicos yankees; la foto que ven tiene (al menos) tres rasgos de la censura imperante: las dos cabezas de cada soldado (la de arriba, para llevar el caso, y la de abajo, que es la que piensa) aparecen pixeladas, como también la ausencia de las imágenes de los cadáveres que reciben la "lluvia dorada".
Sin embargo (bis), la tecnología moderna y el régimen general de libertad que existe en esta parte del mundo, en Occidente, permiten que en todo el orbe acabemos sabiendo y viendo todo; cosa que no se puede decir ni de Cuba, ni de Corea del Norte, ni de los regímenes islámicos, por ejemplo.
Pie de las fotos: la censurada (arriba) procede de ABC NEWS; y la real (abajo) esta presente en casi todos los demás medios, suponemos que obtenida de la grabación de YouTube.
Los protagonistas de la foto se muestran tranquilos, sonrientes, orgullosos; seguramente piensan que si el reparto de los papeles hubiera sido el alternativo, sus propios cadáveres habrían sido sometidos a peores vejaciones: arrastrados, pisoteados, meados, descuartizados, quemados y finalmente los pedacitos resultantes colgados en algún lugar público, sometidos a la ira del populacho, que de esos episodios también hay noticias e imágenes.
Sin embargo, la guinda la ponen algunos periódicos yankees; la foto que ven tiene (al menos) tres rasgos de la censura imperante: las dos cabezas de cada soldado (la de arriba, para llevar el caso, y la de abajo, que es la que piensa) aparecen pixeladas, como también la ausencia de las imágenes de los cadáveres que reciben la "lluvia dorada".
Sin embargo (bis), la tecnología moderna y el régimen general de libertad que existe en esta parte del mundo, en Occidente, permiten que en todo el orbe acabemos sabiendo y viendo todo; cosa que no se puede decir ni de Cuba, ni de Corea del Norte, ni de los regímenes islámicos, por ejemplo.
Pie de las fotos: la censurada (arriba) procede de ABC NEWS; y la real (abajo) esta presente en casi todos los demás medios, suponemos que obtenida de la grabación de YouTube.
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