El sábado por la noche coincidieron ambos en un programa de televisión, Teresa Romero, la ex-ébola y "le petit Nicolá", el último ejemplar de la más rancia tradición de la picaresca nacional.
Ella fue a contar sus penas (¿cuanto cobró por cierto?), y él ... a seguir con lo suyo.
En ambos casos el programa (y la periodista Barneda) no estuvieron a la altura de las circunstancias, nada de periodistas incisivos, se trató de periodistas complacientes ante historias que huelen a falsedad a kilómetros de distancia, aunque ambos tienen algo en común: son historias falsas que gustan mucho a mucha gente porque erosionan al Gobierno de la nación, al que, por cierto, hay que poner un cero en política de comunicación y relaciones públicas.
A la Romero no sólo no le hicieron ninguna pregunta comprometida, sino que incluso le facilitaron que se escapara "viva" de los asuntos oscuros (y sucios) en los que está:
· no le preguntaron con claridad y rigor si informó o no a la médico de primaria (la que supuestamente le recetó parecetamol para curarle el ébola, según tiene repetidamente dicho). Y ya se sabe que la médico (que está claro que no fue informada) exploró a la Romero sin ninguna protección, ni siquiera guantes y mascarilla, motivo por el cual tuvo que pasar sus tres semanitas de rigor en aislamiento en el Carlos III, y además le ha llenado de ignominia al ponerle de incompetente p'arriba (¡el ébola con paracetamol!).
· no le preguntaron por qué no informó a las dos chicas que le depilaron, que tenía fiebre asociada a contacto con el ébola; resultado: las dos aisladas y su negocio de peluquería cerrado (y sin futuro).
· tampoco le preguntaron como es posible que se presentara a las oposiciones sin avisar de su estado.
· le permitieron poner a parir a dos profesionales del Carlos III: el médico que al ingresar le preguntó reiteradamente por la forma de su posible contagio (se llama anamnesis, inculta, Auxiliar de Enfermería pero inculta total). Y al encargado de supervisar la operación de desvestirse del traje contaminado. ¡Tós los apañeros estupendos, menos esos!, que ¡manda güebos! (Trillo dixit).
· no le preguntaron ni cuantas veces estuvo con los dos misioneros fallecidos, ni cual fue su trabajo concreto en relación con ellos.
· a pesar de que se veía a las claras que las declaraciones de la Romero eran falsas y estaban preparadas "ad hoc", dirigidas a "acondicionar" y amañar sus reclamaciones judiciales, no le hicieron ninguna repregunta.
· y además quedó clara una cosa: la mujer cuando se pone nerviosa (y lo estaba en la entrevista con la Barneda) se toca reiterada y continuamente la cara con la mano ... ¿Es esto lo que ocurrió?, ¿es así como se contagió?, lo cierto es que esa fue su primera versión, que todos pudimos oír en la tele y que está grabada ... aunque ahora se desdiga y le ponga parches a la verdad, para confundir a la justicia.
Hasta aquí lo de la Romero en Telecinco el sábado por la noche.
Después en Telecinco el sábado por la noche le tocó el turno "au petit Nicolá", que siguió con sus fantasías y sus falsedades, sin más prueba que los "selfies" que se hace con todo bicho viviente, acompañados del relato novelado de sus fantasías.
Por cierto, en uno de esos confidenciales que circulan se adelanta que el "quid" de la cuestión es simplemente un lió de faldas ... gay.
Pues bien, en los estudios de Telecinco el sábado por la noche coincidieron la Romero y "le petit Nicolá", y como no podía ser de otra manera, se hicieron una "afoto" juntos ... ¿se cierra asín el círculo de mentirosos e infames?, porque en definitiva, la credibilidad de ambos es nula.
· y además quedó clara una cosa: la mujer cuando se pone nerviosa (y lo estaba en la entrevista con la Barneda) se toca reiterada y continuamente la cara con la mano ... ¿Es esto lo que ocurrió?, ¿es así como se contagió?, lo cierto es que esa fue su primera versión, que todos pudimos oír en la tele y que está grabada ... aunque ahora se desdiga y le ponga parches a la verdad, para confundir a la justicia.
Hasta aquí lo de la Romero en Telecinco el sábado por la noche.
Después en Telecinco el sábado por la noche le tocó el turno "au petit Nicolá", que siguió con sus fantasías y sus falsedades, sin más prueba que los "selfies" que se hace con todo bicho viviente, acompañados del relato novelado de sus fantasías.
Por cierto, en uno de esos confidenciales que circulan se adelanta que el "quid" de la cuestión es simplemente un lió de faldas ... gay.
Pues bien, en los estudios de Telecinco el sábado por la noche coincidieron la Romero y "le petit Nicolá", y como no podía ser de otra manera, se hicieron una "afoto" juntos ... ¿se cierra asín el círculo de mentirosos e infames?, porque en definitiva, la credibilidad de ambos es nula.
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