Al llamado "síndrome de La Moncloa" hay que añadir (me parece) el "síndrome de Ajuria Enea", muchísimo más intenso y peligroso, "porque juega con las cosas de comer ... (léase ¡de vivir!).
El varapalo de J. J. Imaz a J. J. Ibarreche en su artículo "No imponer, no impedir" (El Correo, domingo 15-07-07) no tiene parangón. El presidente del partido le dice al presidente del gobierno regional qué tiene que hacer, o qué no puede hacer ... Parece que estatutariamente le corresponde, pero algunos no terminan de digerirlo: pasar de un modesto piso en LLodio al Palacete vitoriano de Ajuria Enea es, creen, como entrar en el Olimpo y, ya se sabe, a los dioses o a los que pretenden serlo, no les gusta que les enmienden la plana.
¿Tendrá J. J. Ibarreche la dignidad de dimitir?, toda su p. vida (política) con su jodido plan y con el p. referéndum a cuestas (dos legislaturas perdidas) y ahora nada de nada. ¿O será dócil, pasará por el aro, se dejará sustituir y pedirá a cambio una bicoca para the day after?, como su predecesor, presidente de la C.T.N.E. (digo del País Vasco), que pudo cambiar su vieja caravana aparcada en un camping de la ría de Guernica por un mega-pijo-chalet en las inmediaciones.
¿Preferirá, en cambio, echarse al monte, y montar su propio partido, o refundar EA?, al estilo de lo que hizo Garaicoechea, tras ser defenestrado por Javier Arzallus. ¿Imaz es como Arzallus?. Todo son incógnitas, el tiempo nos irá dando nuevas claves, aunque en este blog tenemos nuestra propia teoría, que quizás contemos en otro momento, y en otro post. Ahora bien, aquí no dimite ni Jaun-goicoa.
P. S. Bueno, por si ese momento no llega, lo apuntamos: tengo para mí que el tripartito tiene los días contados y que un bipartito, con un nuevo socio, se conformará en breve. Y en eso trabaja J. J. Imaz.
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