Nos ha llamado poderosamente la atención la desvergüenza con que el PNV pretende imponer su modelo totalitario, en este caso su alambrada lingüística.Urcuyo se escondió, y después de haberse citado con los padres de la Plataforma para la Libertad de Elección Lingüística, les dio la “espantada” y puso en su lugar a dos esbirras especialmente desagradables de trato: Greaves y Espinosa (¿dos jeltzales con el fervor de los conversos?), la Greaves es una mujer especialmente avinagrada (y del chacolí del malo).
Los nuevos NaCis (“las” en este caso), pasándose las leyes por la entrepierna, quieren imponer dictatorialmente su modelo lingüístico, cargándose, incluso, derechos de los niños reconocidos por Naciones Unidas.
La Greaves les gritó, les amenazó y les dijo que se fueran a España “a Logroño, matizó después”.
Queridos: ¡esto es lo que hay!, al menos hasta que no desalojemos de Ajuria Anea al "ciclista que allí vive" ... ibamos a decir al "demonio ciclista ...", pero el gran e infortunado Pantani no tuvo la culpa de nada.
La foto la tomamos de El Correo de hoy, y el enlace a la noticia está PINCHANDO AQUÍ.
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