Esta mañana el sobrino del ex-lejendaccary Ardanza ha comparecido en el parlamento regional autonómico vasco de Vitoria, en concreto en la Comisión de Investigación que pretende esclarecer (o enmarañar aún más) las muchas y graves irregularidades contables y la opacidad en las cuentas multimillonarias en euros del Museo Guggenheim de Bilbao, y particularmente los “cómos” y el “cuanto” de la apropiación indebida que Ceársolo, el sobrinísimo, realizó de forma sistemática y continuada durante, al menos, diez años.Y el chorizo (Azcuna dixit) ha comparecido para decir que pasa de todo y de todos, ha hablado para decir que no habla, ha declarado únicamente que no declara … la excusa ha sido baladí (el consejo de su abogado por causa del proceso penal en curso), pero bien podía haber informado a los parlamentarios autonómicos sobre los mecanismos contables internos en las varias sociedades que tiene el Museo para su gestión ordinaria.
Pero claro, si habla el primer autor del desfalco … toda la estructura NaZionalista de opacidad y ocultación quedaría al descubierto, y tanto el gobierno regional de Vitoria como la Diputación Foral del Señorío de Vizcaya quedarían con las vergüenzas al aire, y esto tiene un valor (incalculable) y, obviously, un precio muy alto.
¿Habrá habido un pacto entre todos los que están en entredicho en este asunto para garantizar el silencio del sobrino del ex-lejendaccary Ardanza?, quizás con el tiempo nos enteremos de todo … pero si durante más de una década no nos hemos enterado del txoriceo de Ceársolo … ahora sí que las instituciones férreamente controladas por el PNV convertirán al Guggen de Bilbao en el Fort Knox de las Vascongadas, pero no en lo que se refiere a guardar bien la “pasta”, sólo en lo que afecte a impedir la difusión de informaciones comprometedoras.
Pie de foto: Dos NaZionalistas en apuros, pero que no dimiten ni a tiros, el hijo del ex-senador peneuvista Vidarte, y la Consejera de Cultura de Ivarreche.
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