La Policía Judicial se pone "manos a la obra" con Eta-Batasuna y sus nuevas franquicias

En la madrugada del viernes 23 la Policía Judicial, a las órdenes del inefable Baltasar Garzón, que se vino a Bilbao ex professo para dirigir la operación, detuvo a ocho individuos (y “duas”), y registró numerosos pisos y locales, bajo la acusación a los detenidos de “ser dirigentes de la nueva dirección de Batasuna”.
Por otro lado, y en fechas coincidentes, la Policía, tras un trabajo que suponemos exhaustivo, aunque desarrollado con una enorme celeridad, ha llegado a la conclusión de que “Askatasuna" y "D3M" son sucesoras de Batasuna”, es decir, las dos nuevas franquicias etarras con las que iban a intentar hacer el doble juego que ya vimos en las autonómicas del 2005 con AG y PCTV. Uno de los mejores analistas políticos vascos del momento nos dio algunas claves hace unos días (lean “La lista y el señuelo”).
Nos parecen muy bien ambas actuaciones del Estado de Derecho: impedir que se reorganice la dirección de Eta-Batasuna e impedir, particularmente, que concurra a las elecciones regionales autonómicas vascas del 1 de marzo.
Pero, ¡ay!, ¡cómo echamos de menos que ZP no haya hecho lo mismo en las elecciones regionales de 2005 y en las municipales de 2007!, que permitieron a Eta volver a las instituciones, después de que el Presidente Aznar, de gratísimo recuerdo, les expulsara en anteriores comicios.
Hoy, gracias a la impresentable actitud y a la errónea política de ZP tenemos 43 alcaldes de Eta-ANV, y hemos tenido en esta última legislatura autonómica un “comando parlamentario” etarra compuesto por 9 activistas.
Que en el próximo legislativo de Vitoria no haya representantes de franquicias etarras es una exigencia democrática irrenunciable, aunque suponga que el NaZionalismo institucional ahuche algunos miles de votos de electores proetarras, que coadyuvarán a hacer más difícil la alternativa democrática y el cambio de régimen.

Pie de las fotos: arriba el "comando parlamentario" de Josu "Carnicero" Ternera, que desactivó Aznar (y, por cierto, supuso la condena de Atucha por el "delito de desobediencia grave"); abajo el último "comando parlamentario", el de las famosas "necanes", que concluyó de forma natural su cuatrienio en el legislativo autonómico de Vitoria.