Parecía ser uno de los secretos mejor guardados en esta región: cómo era de verdad el palacete en el que los lejendaccarys nacionalistas quisieron cristalizar "en ladrillo" su megalomanía. Puede sonar algo así como lo que sigue (conversación figurada en el interior de un bachoqui, o de Sabino's House):
"Oies, Pachi, si Obama y los otrrrros anteriores tienen su Casa Blanca, ¿por que nosotrrrros no le vamos a ponerrrr un palacio al lejendaccary de los bascqkos" ... ¡y compraron Ajuria Enea!, que creían indefinidamente para ellos: Garaycoechea, Ardanza, Ivarreche ... pero ¡ay!, ahora es para un Lehendakari maketo.
Y el nuevo Lehendakari y su mujer no han dudado ni un instante en enseñar a la sociedad vasca cómo van a vivir, que es cómo han vivido, si bien en el ocultamiento, en la simulación y en la semiclandestinidad, los tres presidentes regionales NaCis citados.
El reportaje fotográfico salió en El Correo del domingo 19 de julio. Y a través de él hemos podido comprobar que el palacio presidencial vasco, además de dos o tres austeros y pasados de moda salones para actos oficiales, tiene unas muy lujosas instalaciones para la "familia lendaccarial", incluida our first lady (la anterior fue "la aldeanita" de Ivarreche, por cierto esto es un homenaje a la periodista María Arana, ya les contaremos porqué), sobre todo la zona de verano, con jardines y piscina que no están al alcance de cualquiera.
¡Muchas gracias a Pachi López y a Begoña Gil por llevar a la práctica en primera persona su consigna de transparencia!. La sociedad vasca se lo agradece, y desde aquí nos hacemos eco de su gratitud.
Por cierto, esta transparencia les ha sentado mal a los NaCis (Urcuyo "presidente del EBB ha criticado que el lehendakari tenga tiempo "para enseñar Ajuria Enea" y no para ..."); decir la verdad de cómo se lo han "montado" sus lejendaccarys ha roto muchos esquemas NaZionalistas, muchos de los suyos pensaban que Ivarreche and his aldeanita eran la quintaesencia de la sobriedad y la sencillez, ¡vamos, como de campo, o campa!, y que deseaban mantener el tipo de vida sensillo-sensillo de su modesto pisito de currelas en Llodio, pero, ¡já!, ¡otra puta mentira de la propaganda NaZi!.
El NaZionalismo vasco gusta del lujo en todas sus variantes y sinónimos: ostentación, riqueza, boato, fasto, opulencia, pompa, profusión, abundancia, suntuosidad, grandiosidad, exceso ... y a las fotos del área privada del decadente palatece vitoriano de Ajuria Enea nos remitimos.
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