Con este titular de la portada de El Correo, se nos atragantaba el desayuno del domingo, y quien quiso arriesgarse a la diarrea pudo continuar con la página 4 del periódico, que recogía la última deposición del ex-médico NaZionalista que se gana la vida como Alcalde de Bilbao.
Y es que la desvergüenza NaZionalista no tiene límites y la estafa intelectual que pretenden estos canallas es de proporciones grandiosas.
¿Un “gran pacto entre sensibilidades” vasca y española?, ¿qué nueva estupidez NaZionalista es esta?, ¿otra okurrentzia sabiniana?.
¿Es que Ignacio “Iñaqui” Azcuna padece también el mal de Alzheimer?, ya sabemos que es mayor, pero en la época de la Transición Política en España ya estaba en política y debería de tener algunas cosas claras, o teniéndolas (como seguro que las tiene) debería de abstenerse de la tentación de mentir y de engañar a la gente.
Lo único que hace falta, Sr. Azcuna, es la voluntad de los nacionalistas de cumplir con los compromisos que adquirieron en los pactos que se concertaron en aquella época.
La autonomía vasca se fraguó en los términos que deseó el PNV, que no se podía ni creer ni imaginar que el resto de los partidos políticos españoles pudieran ser tan dadivosos: una Constitución materialmente federalista, un Concierto Económico generoso y un Estatuto que recogió al 100% la propuesta peneuvista.
Después han llegado las manipulaciones, la mentira sabiniana: no estamos ni ante “cartas otorgadas”, ni ante imposiciones centralistas … sólo ante la deslealtad y el abuso de los nuevos NaCis.
El PNV sabe que el modelo que salió de la Transición era para todos (o casi todos) la estación término, no el principio de la anábasis NaZionalista hacia la independencia.
Y es que la desvergüenza NaZionalista no tiene límites y la estafa intelectual que pretenden estos canallas es de proporciones grandiosas.
¿Un “gran pacto entre sensibilidades” vasca y española?, ¿qué nueva estupidez NaZionalista es esta?, ¿otra okurrentzia sabiniana?.
¿Es que Ignacio “Iñaqui” Azcuna padece también el mal de Alzheimer?, ya sabemos que es mayor, pero en la época de la Transición Política en España ya estaba en política y debería de tener algunas cosas claras, o teniéndolas (como seguro que las tiene) debería de abstenerse de la tentación de mentir y de engañar a la gente.
Lo único que hace falta, Sr. Azcuna, es la voluntad de los nacionalistas de cumplir con los compromisos que adquirieron en los pactos que se concertaron en aquella época.
La autonomía vasca se fraguó en los términos que deseó el PNV, que no se podía ni creer ni imaginar que el resto de los partidos políticos españoles pudieran ser tan dadivosos: una Constitución materialmente federalista, un Concierto Económico generoso y un Estatuto que recogió al 100% la propuesta peneuvista.
Después han llegado las manipulaciones, la mentira sabiniana: no estamos ni ante “cartas otorgadas”, ni ante imposiciones centralistas … sólo ante la deslealtad y el abuso de los nuevos NaCis.
El PNV sabe que el modelo que salió de la Transición era para todos (o casi todos) la estación término, no el principio de la anábasis NaZionalista hacia la independencia.
3 comentarios:
Mejor no se puede decir, amigo Ferchu.
Es lo que yo quería explicar sin tanto acierto.
http://elrinconderubin.blogspot.com/2009/07/carencias-democraticas.html
Saludos
¡Tiempo sin saber de usted, amigo Rubín!.
Saludos cordialísimos.
Rubin, ya te vale, no te aproveches del pobre Ferchu para hacer publicidad gratis!
Publicar un comentario