Ayer el Senado consumó el desafuero del "blindaje" del Concierto Económico; una antigualla decimonónica llena de privilegios, sobre todo por la deslealtad nacionalista y por el papanatismo del resto: hasta Franco respetó el Concierto Económico, el alavés (como también el de Navarra), no así los de Vizcaya y Guipúzcoa; para pagar, en el primer caso, el apoyo de los requetés alaveses y navarros que le permitieron ganar la guerra civil en el "Frente del Norte"; y para castigar a las que denominó "provincias traidoras", que se dejaron caer en las garras del NaZinalismo sabiniano.Pues bien, ahora les toca el turno a las dos Comunidades Autónomas vecinas de Vascongadas que más han sufrido los privilegios del concierto económico de los vascos; esperemos que sean firmes en la defensa de la legalidad vigente y eviten el despropósito jurídico de dotar de rango material de ley a lo que formalmente son disposiciones de régimen local (de las diputaciones provinciales vascas).
¡Que la disciplina de partido no turbe a Castellano-Leoneses (Castilla y León estudia recurrir ante el Constitucional el 'blindaje' vasco) y a Riojanos! (Cantabria, en manos de ese cantamañanas apellidado Revilla, está perdida: al de las anchoas de Santoña se le va la fuerza por la boca).
Aunque tenemos la sensación de que más que "disciplina de partido" en esta cuestión en el Partido Popular ha habido un "reparto de papeles" como en una opera bufa cualquiera; cada cual se luce ante su parroquia y en la sede central se da la razón a todos ... La credibilidad de los políticos no es que esté en juego ... simplemente ya no existe.
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