Cuando murió el General Franco regresaron a España un buen número de profesores, intelectuales y políticos opositores (por cierto, no siempre de una oposición democrática) que habían tenido que exiliarse durante los 36 años que duró el régimen nacionalista de Franco.
Hace unos pocos meses cesó el régimen político nacionalista de Arana que teníamos instalado en esta región desde hace casi tanto tiempo como el que duró el franquismo, desde hace más de 30 años y que también ha producido que cientos de ciudadanos vascos se hayan tenido que exiliar tanto por el clima político irrespirable que teníamos, como por la existencia del terrorismo nacionalista vasco que perseguía y asesinaba a los opositores al régimen, de tal manera que el exilio era la única forma de preservar la vida y garantizar la libertad personal.
Con la superación del régimen nacionalista en el País Vasco y el retroceso, aunque por desgracia aún no desaparición, de la banda criminal nacionalista vasca, quizás haya llegado el momento de que vuelvan a nuestra región todos los exiliados que han producido ambos elementos, separados en unos casos y en conjunción en otros.
Con la superación del régimen nacionalista en el País Vasco y el retroceso, aunque por desgracia aún no desaparición, de la banda criminal nacionalista vasca, quizás haya llegado el momento de que vuelvan a nuestra región todos los exiliados que han producido ambos elementos, separados en unos casos y en conjunción en otros.
El regreso de los exiliados del nacionalismo es una exigencia de la normalización política en el País Vasco, su contribución a la nueva etapa que estamos comenzando a percibir en la región es imprescindible y su reincorporación a la Universidad, a las empresas y a la sociedad civil será también la mejor vacuna para que esta infamia del exilio de los mejores no se vuelva a producir jamás.
Pie de las fotos: la personificación de la causa del exilio de cientos de miles de ciudadanos vascos no nacionalistas (¿alrededor de 200.000?), arriba a la izquierda, el ideólogo del nacionalismo xenófobo vasco, Sabino Policarpo Arana Goiri; más abajo, a la derecha, Josu "Carnicero" Ternera, un criminal etarra de larga trayectoria, pero que por fallos en la investigación policial y en los tribunales de justicia, llegó a pertenecer al Parlamento regional de Vitoria, y a su Comisión de Derechos Humanos (¡manda "güebos"!); entre sus hitos se encuentra el de haber hecho posible con su voto la investidura de Ibarretxe como Lehendakari.
4 comentarios:
¿Qué diferencia hay entre las dos fotos?.
Sólo una: que la boina de Sabino Arana está caída hacia la derecha, y la de Josu Ternera ha cia la izquierda.
Menuda sinsorgada de post. Todos sabemos que los exiliados (entre los cuales me encuentro) nos hemos ido por causas economicas / laborales. Y no vamos a volver por mucho que esté PPatxi.Es más, desde que hay voto por correo no hace falta!
Fdo Anonimo 2
UK
Ferchu, lamento decirte que muy muy a mi pesar, muy pocos van a volver...Los miles que se han tenido que ir han descubierto que "hay vida" más allá del ebro... y posiblemente mejor... Volver...¿para qué? Y es más... si de repente te das cuenta que vives en una sociedad de gente normal, que no te pregunta todos los días quién eres, qué ideas políticas tienes, con objeto de aceptarte entre su tribu... pues se te quitan las ganas de volver...porque... ¿para qué? ¿para tener de vecinos a gente que te odia...?
Esas cifras que se dan son FALSAS. En el mismo período de tiempo, salió más gente de Asturias que del País Vasco. Algunas personas amenazadas tuvieron que irse, pero ni la vigésima parte de lo que -interesadamente- se dice. Mirad este artículo con datos del INE:
http://arabatik.wordpress.com/2011/10/28/la-gran-mentira-de-los-200-000-exiliados-vascos/
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