El libro de Maria Antonia Iglesias (esto debe ser un error registrocivilensis), la mano dura del felipismo en RTVE, que salió a la luz el pasado finde, ha llamado la atención (a algunos, a los menos avisados) por las "confidencias" a microfono abierto y 100.000 ejemplares de tirada (¿?, un suponer) , de dos políticos que, aún jovenes, no tienen ni un pelo de tontos y no se dejan pillar en bragas (o en gayumbos) por alguien de quien, además, tenían sobrados motivos para estar prevenidos (quizás un poco menos Urcuyo).
Así que, tomémonos, a beneficio de inventario las criticas de Urcuyo al Lejendaccary, y de Barreda a ese bonito cadáver político que es la San Gil, y a un resucitado Mayor.
Así que, tomémonos, a beneficio de inventario las criticas de Urcuyo al Lejendaccary, y de Barreda a ese bonito cadáver político que es la San Gil, y a un resucitado Mayor.
Los problemas que han aflorado seis meses después, y que todos conocíamos, hoy y hasta el 1 de marzo son humo, y después seguirán como estaban antes, y siguen en la actualidad, porque las elecciones en el interior de los partidos son como las olimpiadas en la Grecia clásica: un tregua.
Lo mejor de la anécdota de María Antonia, para ella, es que venderá algunos libros más; y para nosotros la constatación de que el stablishment tiene sus reglas inmutables, que se cumplen de una forma inexorable. ¡Ah!, y quizás comprobar la campechanía de la autora ... se pinta un poco para las tertulias en programas de telebasura, pero no tuvo inconveniente en recibir a la prensa en su casa con la cara lavada y en zapatillas (véan la foto, tomada en préstamo de El Correo de 2 de febrero de 2009).
Nota: No pudimos asistir a la presentación en Bilbao del libro de la Sra. Iglesias, el 5 de febrero, porque coincidía con la del libro de Arcadi Espada "Periodismo práctico", y todavía hay clases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario