... no lo querrán reconocer los muy hipócritas, pero ayer la movilización que orquestaron los politicastros NaCis, travestidos en sindicalistas, es decir, la huelga política contra un Gobierno que no lleva ni dos semanas de ejercicio (tras casi treinta años de régimen sabiniano), constituyó un auténtico fracaso.
Sólo los sabotajes en los transportes públicos, algunas barricadas (incluso incendiarias) y la acción de los piquetes violentos le dio algo de trascendencia mediática a una jornada que la ciudadanía se tomó muy a la ligera, como si la cosa no fuera con ellos (¡que no iba, of course!).
Violencia en la vida cotidiana vasca es algo que tenemos muy asumido desde hace cincuenta años, y el sindicalismo vasco parece que también quiere hacer de ella una seña de identidad en las relaciones de trabajo, un "nuevo hecho diferencial vasco", lo cual no es extraño si entre los convocantes estaba el brazo sindical de la banda criminal nacionalista vasca, o sea, LAB. Por cierto, a ver cuando alguno de los jueces estrella de la Audiencia Nacional se atreve a meter mano al llamado sindikatua averchale.
1 comentario:
Muy buenas, don Ferchu :
Como de costumbre, a la de cal sigue la de arena, y así no vamos a nunguna parte.
Lo del Tribunal Constitucional con la lista de los batasunnis al parlamento europeo me ha echado por tierra la satisfacción que tenía yo con el fracaso de la huelga nacionalista.
Tengo la vana esperanza de que algún día se sepa qué hay verdaderamente detrás del estamento judicial, porque esto ya es como para pensar más que mal.
Un saludo muy cordial.
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