La
anécdota de las votaciones en Vizcaya (y en toda la región) se produjo ayer a
las 09.20 AM. El presidente regional autonómico vasco fue a votar a su colegio
electoral, en su pueblo, Durango, y la presidenta de la mesa electoral no fue
capaz de decir su nombre ni en la primera ni el la segunda ocasión, dijo “Iñaqui”
y dijo “Ignacio”, hasta que alguien le chivó que era Iñigo …
Fue
chocante, el colegio electoral de cada cual está muy próximo al domicilio del
votante, en su barrio, y todos los electores son de esa misma zona y se suelen
conocer todos, a veces en la mesa electoral sus vocales son tus propios vecinos
… pues bien, ¡en Durango no conocen el nombre del presidente de la C.A.P.V., y
eso que vive allí!.
La prueba del delito, o de la cosa, pinchando aquí encima.
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