Este
pasado miércoles (16-XII-2015) estuvo Albert Rivera en Bilbao, parece que llenó
con más de 500 personas muy entusiastas el hotel elegido para su debut en nuestra villa.
Las
crónicas dicen que Albert “se apropió de los mensajes más simbólicos del PP vasco:
el voto constitucionalista, la unidad de España «sin complejos», la
confrontación con el nacionalismo «excluyente» y el recuerdo a las víctimas de
ETA, a quienes distinguió como «héroes de nuestra nación». Tras más de media
hora de discurso sin papeles, algo afónico por su maratoniana campaña y sin
ningún guiño en euskera, Rivera dejó su sello personal: «Yo suelo decir en
Cataluña que no hay nada más español que ser de Ciudadanos en Cataluña. Pues lo
repito aquí. No hay nada más español que ser de Ciudadanos en el País Vasco»” (El Correo, de 17-XII-2015, edición impresa, pag. 28).
Las
crónicas dicen (y también nos lo ha contado algún asistente) que Albert inició su intervención
con un sentido recuerdo y homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal del P.P.
de Ermua asesinado por la banda criminal nacionalista vasca el 13 de julio de
1997, siendo ese monstruoso crimen uno de los principales motivos por lo que Albert decidió “entrar en política”.
El
discurso de Albert Rivera y Ciudadanos tardará algo, pero poco, en calar en el
País Vasco (desde luego mucho menos tiempo del que requirió su reciente triunfo
en Cataluña). Su posición revolucionaria de cargarse las diputaciones (las de
régimen común y las forales) y derogar el Concierto Económico, supone romper un
mantra nacionalista en el que han caído casi todos los partidos políticos
(incluidos PSOE, PP y Eta-Batasuna-etc.), pero no los ciudadanos, que en cuando
alguien se lo explique, se caerán del guindo (en psicología la palabra “mantra” se usa para señalar la repetición
neurótica impuesta a un sujeto para fijar y reforzar un pensamiento circular).
Si
hay una política vieja y una política nueva, ¿qué puede ser más viejo que eso
que llaman “derechos históricos de los territorios forales”?, por cierto, ¿los
territorios tienen derechos, o son las personas quienes tienen ostentan los
derechos?, ¿hay algo más viejo que el sistema feudal del concierto y del cupo?.
Actualizando
los conceptos impuestos a la gente de forma machacona desde el poder interesado
en conservar sus privilegios, Albert Rivera y Ciudadanos tienen un gran futuro
en el País Vasco, manque a algunos les pese.
Pie de las fotos: se trata de instantáneas hechas “in situ” que nos ha
remitido con ruego de publicación una amable lectora (¡hecho está!, gracias
E.).
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