Athletic de Bilbao: de la “filosofía” parda a la “política” sobre liquidaciones y finiquitos

Lo que esta pasando en el Athletic, en nuestrrro Athletic, con el nuevo presidente del club y las condiciones de los despidos de los empleados contratados por anteriores directivas, no tiene desperdicio. Conceptos clave: contrato “blindado”, indemnización y finiquito. De la filosofía (aclaramos que “parda”) de la pre-campaña al derecho laboral en la post-elección. Esto ya no es fútbol es humanismo.
El asunto no tiene desperdicio, y es simple y fiel reflejo de lo que ocurre en esta región, un trasunto, un mero epifenómeno de la política vasca, digo baska-baska. O sea, la división de la cosa (de toda cosa) en dos partes: lo nuestrrro y lo de los demás, o nosotrrros y ellos.

A los nuestrrros los colocamos, y con buenos sueldos y con las mejores condiciones, “blindadas” si es posible; aquí esto ocurre a todos los niveles: el empleo público para los afines al partido, las adjudicaciones para las empresas de los nuestrrros, los puestos directivos para nuestrrros “patas negras”, las subvenciones públicas para las asociaciones, las corporaciones, los clubs, etc. que controlan los nuestrrros (y mientras lo hagan) …
Así que lo del Athletic es un aburridísimo déjà vu.
¿Solución?, difícil; quien a pesar de saber que está de paso, que lo suyo es temporal, se empeña en patrimonializarlo, y en actuar con lo ajeno como si fuera de su propiedad, complica mucho las cosas a quienes vienen detrás. La solución a corto plazo es, más que difícil, imposible, porque la decencia no se improvisa.
Lo del Athletic es lo de menos, sólo dinero y en el marco de un club privado, o sea que, ¡allá ellos! (salvo que nuevamente el gran Bilbao, Diputado General de Vizcaya, vuelva a pasearse por la tribuna de San Mamés con la chequera de la Hacienda Foral); los socios deben pagar las cuentas que les presenten aquellos a quienes han elegido para dirigir el club y, si no les gusta, que modifiquen los estatutos, prohiban prácticas irregulares y establezcan las responsabilidades que procedan incluso después de dejar el cargo.
Estos días se ha hablado de Fernando Ochoa, Dani, Dr. Padilla, Núñez … todos ellos tienen (en algunos casos habría que hablar en pasado) sus derechos, y se los deben respetar. Si hay que tirar a alguien de las orejas, o de la taleguilla, es a quienes les contrataron en unas condiciones que hoy se consideran onerosas para el club. Y también a quienes hoy se rasgan las vestiduras pero no abrieron el pico en las Asambleas o en las Juntas Directivas en las que participaron y, por tanto, consintieron lo que ahora tanto afean a quienes no están para defenderse … algo también propio de la política y del país (léase región).

En la foto: Pichichi (que no "pitxitxi"), aunque todo se andará.