Ni la noticia ni el dato son nuevos, es más, la cifra que se ha venido barajando en los últimos años era ligeramente superior, se estimaba que el número de vascos que había huido de su tierra por causa del nacionalismo obligatorio, era de 200.000 personas.
La huida no era producto exclusivo del miedo a sufrir un atentado directo de la banda criminal que hace el "trabajo sucio" del nacionalismo, nunca la Eta ha tenido una “lista de objetivos” de 200.000 personas. Pero esos doscientos mil sí han tenido miedo al nacionalismo “moderado”, a sus imposiciones, a sus exclusiones, a sus represalias, a que sólo cuenten con, y para, la mitad de la población vasca, a su aldeanismo irredento, a la falta de perspectivas, a no querer que sus hijos se contaminen con el virus nacionalista ...
El hecho de que la información nos venga esta vez de un sesudo estudio de la Fundación BBVA, titulado “Evolución de la población española en el siglo XX”, simplemente hace que, para algunos, adquiera la objetividad que siempre se supone a los agentes económicos, y máxime del nivel del Grupo BBVA; para estos hasta ahora escépticos el volumen de los 200.000 exiliados vascos era, simplemente, una exageración de los partidos políticos no nacionalistas a la búsqueda de la descalificación del adversario y del voto fácil.
Pero esto no era así, muchos lo sabemos desde siempre, que algunos se enteren ahora es lo menos malo que puede ocurrir. Y lo que no vamos a hacer en este momento es proclamar qué habría sido del desarrollo político, económico, social y cultural del País Vasco si esos 200.000 huidos del nacionalismo obligatorio hubieran permanecido aquí, y votado de forma coherente. Para política-ficción ya tenemos al aventado Juanjo Ibarreche … véase su diarrea hoy en el parlamento de Vitoria en el pleno de política general, el llamado debate sobre el estado de la región.
La huida no era producto exclusivo del miedo a sufrir un atentado directo de la banda criminal que hace el "trabajo sucio" del nacionalismo, nunca la Eta ha tenido una “lista de objetivos” de 200.000 personas. Pero esos doscientos mil sí han tenido miedo al nacionalismo “moderado”, a sus imposiciones, a sus exclusiones, a sus represalias, a que sólo cuenten con, y para, la mitad de la población vasca, a su aldeanismo irredento, a la falta de perspectivas, a no querer que sus hijos se contaminen con el virus nacionalista ...
El hecho de que la información nos venga esta vez de un sesudo estudio de la Fundación BBVA, titulado “Evolución de la población española en el siglo XX”, simplemente hace que, para algunos, adquiera la objetividad que siempre se supone a los agentes económicos, y máxime del nivel del Grupo BBVA; para estos hasta ahora escépticos el volumen de los 200.000 exiliados vascos era, simplemente, una exageración de los partidos políticos no nacionalistas a la búsqueda de la descalificación del adversario y del voto fácil.
Pero esto no era así, muchos lo sabemos desde siempre, que algunos se enteren ahora es lo menos malo que puede ocurrir. Y lo que no vamos a hacer en este momento es proclamar qué habría sido del desarrollo político, económico, social y cultural del País Vasco si esos 200.000 huidos del nacionalismo obligatorio hubieran permanecido aquí, y votado de forma coherente. Para política-ficción ya tenemos al aventado Juanjo Ibarreche … véase su diarrea hoy en el parlamento de Vitoria en el pleno de política general, el llamado debate sobre el estado de la región.
1 comentario:
mas que govierno, desgovierno. La verdadera dictadura de los mediocres
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