En 48 horas dos noticias enmarcan nuestro titular de hoy: el perro "Chiqui", y su dueño Javier Urien ("Txiki" y Xabier en el léxico nacionalista), ganaron el domingo el título de campeones (obsérvese que se utiliza el plural) de perros pastor, obviamente de Euskal Herria, ya que entre las once parejas mixtas de participantes (un perro o perra y un hombre o una mujer) había una dama que venía, con su chucho (ojo, hemos escrito chucho), del sur de Francia (de alguna ignota localidad de alguna de las circunscripciones del Departamento de los Pirineos Atlánticos de la Región de Aquitania) y, ¡cómo no!, un navarro despistado. El atavío de los participantes humanos era, como es de rigor, el adecuado a la más pura ortodoxia nacionalista: desde las albarcas hasta la boina ("txapela" en la versión "de aquí" de la cosa); del atavío de los chuchos no podemos decir nada, iban à poil, incluso ellas. Aldeanismo puro y duro, que, por cierto, mientras gobierne el nacionalismo no tendrá ningún peligro de extinción ...
La otra noticia es de hoy mismo, "El Museo Guggenheim (pronúnciese "gugenaim"), premio "Vasco Universal 2007". Los méritos del Museo son evidentes para quien convoca el premio, que no es otro que el gobierno de Vitoria: "lo más puntero del arte contemporáneo", su "importantísima aportación cultural", "uno de los edificios referentes de la arquitectura mundial contemporánea", and so on; es decir, modernidad, futuro, homologación e incluso vanguardia en el ámbito internacional ...
¿Contradicción?: ninguna; sólo falta la fusión de ambos elementos: ¿el concurso de perros pastor el año que viene en el atrio del Guggenheim?, ¿un cruce entre "Chiqui" y "Puppy"?, ¿la entrega simultánea de los premios en Ajuria Enea, en un acto conjunto?, es grato de imaginar a J. J. Ibarreche junto a "Chiqui" y Javier Urien, ataviado con albarcas, blusón y boina, a su diestra, y con el hijo del ex-Senador nacionalista Vidarte (director general del museo), a su siniestra, vestido como lo que es, un auténtico dandy bilbaíno; ¿y las alocuciones?: J.J. Ibarreche lo tendría jodido, su inglés es aún pior que el de Zapatero, pero las respuestas de los galardonados bien: "Chiqui" y su dueño en vascuence vizcaíno y Vidarte en american english, de nuevo la fusión perfecta: lo ancestral y el colmo de la modernidad. Por cierto, en el lunch chacolí de Baquio y cava californiano.
Pie de las fotos: va de chuchos, "Chiqui" arriba y "Puppy" abajo, para lo del cruce se pueden invertir las posiciones.
1 comentario:
En algunos sitios se confunde con bastante facilidad le nacionalismo con el “estupidismo”
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