¡Ibarretxe santua!: gran actuación en beneficio de la unidad de España. ¡No es coña!

Los más conspicuos analistas políticos que han desmenuzado la sentencia de 11 de septiembre de 2008 del Pleno del Tribunal Constitucional, resolutoria de los recursos de inconstitucionalidad contra la ley NaZionalista del referéndum de Ivarreche, ponen de manifiesto que se trata de una sentencia histórica, que va mucho más allá de la concreta cuestión que resuelve, porque establece una doctrina muy sólida en materia de límites a las actuaciones de las comunidades autónomas que pretendan desbordar y menoscabar la Constitución.

La Soberanía Nacional reside en el Pueblo Español; una parte del Pueblo Español no puede decidir sobre el todo; las comunidades autónomas como parte del Estado son una parte subordinada del mismo; no son posibles las relaciones de igual a igual, la bilateralidad, entre el todo y una de sus partes ...

Los 34 folios de la sentencia van a constituir un formidable arsenal argumental contra cualquier intento de ciertos partidos independentistas de desbordar los límites competenciales que establece la Constitución Española de 1978.

Tan categórica afirmación es razonable hacerla a la vista de la unanimidad alcanzada por el Pleno del Alto Tribunal; no ha habido fisuras entre los magistrados que puedan pertenecer a diferentes familias ideológicas.

Debemos al Sr. Ivarreche (¡gracias mil Lejendaccary!) una sentencia constitucional histórica en materia de defensa de la unidad de España.

Las prisas y las trampas de que ha hecho gala el Lejedaccary durante los 11 meses y medio que ha durado su última humorada, unidas a su desvergüenza, es más que probable que hayan cabreado al T. C. y que este haya decidido a poner las cosas en su sitio, y además echando el resto, en pleno verano, nótese que todo el procedimiento ha durado un mes y 28 días (15 de julio, presentación de las demandas; 11 de septiembre, sentencia), para cerrar el asunto con un pronunciamiento histórico y unánime.

Es también histórico porque desde hace dos años penden en el T.C. varios recursos contra el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que contiene numerosos preceptos que resultan claramente inconstitucionales a la luz de la sentencia de 11-09-2008; que Ivarreche haya "puesto las pilas" al T.C. y que haya generado la unanimidad en la fijación de ciertos conceptos es algo que nos hará estar eternamente agradecidos al bobolari.

Si el resultado del examen de constitucionalidad del Estatuto catalán es el que se espera después de esta sentencia ... todos los españoles de bien deberemos un tributo permanente de gratitud a Juanjete Ivarreche; proponemos que todos los 11 de septiembre, mientras los nuevos NaZis catalanes montar la gresca en "su" diada ... nosotros levantemos la copa con un brindis a la salud de Juanjosechu.