Con el gesto amanerado, como es él mismo, todo él, hace ya casi un mes el gran talibán vasco, el ex-presidente autonómico, por si no se acuerdan ya, un tal Juanjo Ivarreche, ha decidido poner tierra de por medio.
O su disparatado plan, por si no se acuerdan ya, el llamado "plan ivarreche", salía adelante o ya no le merecía la pena vivir (políticamente se entiende).
O su disparatado "Road map", por si no se acuerdan ya, lo que él mismo llamó (¡será poco original!) "hoja de ruta" se le despejaba, o no le merecía la pena emprender su particular anábasis hacia ninguna parte.
O ganaba por mayoría absoluta las elecciones regionales vascas últimas, o no podría gobernar y tendría que hacer mutis por el foro ...
Y tuvo que hacer mutis por el foro, incapaz de defender desde su escaño en la oposición su proyecto independentista megalómano; no le querían ni los suyos, sabedores de su nula capacidad para llegar a acuerdos que no fueran desde la imposición, conocedores de su nulidad para la comunicación, de su incompetencia radical para negociar a la baja, para ceder; en suma, Ivarreche era el talibán entre los talibanes ... y así le ha ido; perder el poder para el PNV nunca pudo ser tan agradable: podía suponer (y supuso en realidad) soltar un pesadísimo lastre: dejar a la deriva al canallla de su último lejendaccary y empezar a olvidar su decenio negro.
Y ahora el muy buscavidas pone tierra de por medio; va a dar clases de no-sabemos-qué a una de esas universidades de Suramérica a las que les vale cualquier cosa: no tiene el doctorado, no tiene experiencia docente, no tiene experiencia laboral, excepto la que le ha supuesto vivir a cuenta de la política desde que terminó mediocremente la carrera de economista en Sarrico (en Bilbao siempre se ha dicho: "el que sabe , sabe, y el que no a ... Sarrico).
Con tan escaso bagaje académico, intelectual y profesional va a dar clase de no-sabemos-qué en una universidad de medio pelo. ¡Allá ellos!, pero muchas gracias por quitarnos de encima a este fantoche NaCi.
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