Que 17 dirigentes de ETA-Batasuna den con sus huesos y con sus planes en la cárcel es, y será siempre, una buena noticia ...
pero es que no podemos renunciar a darle una "pensada" a las cosas que hace este juez, a cuando las hace, a cómo las hace y a porqué las hace. Y la verdad es que nos lo pone fácil, basta echar un viztazo a los fundamentos jurídicos cuarto y quinto (sobre todo a este último) de su Auto de 7 de octubre, en las Diligencias Previas nº 320/07 (del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional), para que se nos caiga la imagen de juez instructor fino y profesional del Sr. Garzón, si es alguna vez la ha tenido.
La clave está en media docena escasa de los 81 folios del Auto; y es que las actividades de ETA-Batasuna durante la segunda tregua-trampa, conceptuadas como "actuaciones individuales de personas ... con el fin de buscar el final de la violencia ... no puede considerarse ese hecho como acto delictivo." Pero "una vez ha quedado evidenciado, a lo largo del año 2007 ... que la voluntad ... no es la de acabar con la violencia terrorista sino coadyuvar renovadamente a la consecución de los fines de la organización terrorista ... sin que se atisbe la mínima intención de separarse de esa línea ...".
Acusa a Batasuna de "haber interiorizado" los comunicados de 05-06-07 y de 09-09-07 de la banda criminal y de la "sintonía de Batasuna para con E.T.A. y su sometimiento a las consignas que desde esta se imparten".
¡Nada nuevo, Sr. Garzón!.
¿Qué ha cambiado en estas últimas semanas en España?, desde que empezó septiembre. ¡¡Sólo una cosa!!: que ha comenzado la precampaña electoral de marzo de 2008.
Tres años y medio perdidos en la lucha contra el terrorismo, y seis meses para engañar a la gente. Lo lamentable es que cuando existe la fundada impresión de que algún juez colabora con los planes políticos del gobierno, pierden ambos: la justicia y la política.
pero es que no podemos renunciar a darle una "pensada" a las cosas que hace este juez, a cuando las hace, a cómo las hace y a porqué las hace. Y la verdad es que nos lo pone fácil, basta echar un viztazo a los fundamentos jurídicos cuarto y quinto (sobre todo a este último) de su Auto de 7 de octubre, en las Diligencias Previas nº 320/07 (del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional), para que se nos caiga la imagen de juez instructor fino y profesional del Sr. Garzón, si es alguna vez la ha tenido.
La clave está en media docena escasa de los 81 folios del Auto; y es que las actividades de ETA-Batasuna durante la segunda tregua-trampa, conceptuadas como "actuaciones individuales de personas ... con el fin de buscar el final de la violencia ... no puede considerarse ese hecho como acto delictivo." Pero "una vez ha quedado evidenciado, a lo largo del año 2007 ... que la voluntad ... no es la de acabar con la violencia terrorista sino coadyuvar renovadamente a la consecución de los fines de la organización terrorista ... sin que se atisbe la mínima intención de separarse de esa línea ...".
Acusa a Batasuna de "haber interiorizado" los comunicados de 05-06-07 y de 09-09-07 de la banda criminal y de la "sintonía de Batasuna para con E.T.A. y su sometimiento a las consignas que desde esta se imparten".
¡Nada nuevo, Sr. Garzón!.
¿Qué ha cambiado en estas últimas semanas en España?, desde que empezó septiembre. ¡¡Sólo una cosa!!: que ha comenzado la precampaña electoral de marzo de 2008.
Tres años y medio perdidos en la lucha contra el terrorismo, y seis meses para engañar a la gente. Lo lamentable es que cuando existe la fundada impresión de que algún juez colabora con los planes políticos del gobierno, pierden ambos: la justicia y la política.
La duda es si Garzón, que ya fue número 2 de Felipe González en 1993 en la candidatura del PSOE por Madrid, quizás quiera repetir la experiencia a la sombra de Rodríguez Zapatero en marzo de 2008. ¡Demos tiempo al tiempo!.
Por cierto, ¿cómo afectará este Auto de Garzón al enjuiciamiento de Juanjo Ibarreche ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, por reunirse con Batasuna?.
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