Ayer la televisión (en todos sus formatos y cadenas) causó estragos en el subconsciente, y en el consciente, de los españoles; al menos tres hechos epataron al personal de una forma rotunda y bastante prologada en el tiempo:
.....1º.- La escenificación versallesca de las gravísimas diferencias que existen entre el planteamiento del presidente regional vasco y el Presidente del Gobierno de la Nación sobre el asunto de la provocación nacionalista de convocar, no uno, sino dos referéndums, para la independencia del País Vasco.
Con la mejor de las sonrisas, y las más cálidas expresiones, cada uno contó su rollo: uno que habrá referéndum, por encima de todo, y el otro que no lo habrá, por encima de todo. Parecía que veíamos dos locomotoras de ferrocarril desbocadas, cuesta abajo y a tumba abierta que, en el momento del choque se traspasaban como seres angelicales (cuestionando la ley de la impenetrabilidad de los cuerpos) y, cada uno, seguía su camino como si nada … pero a tumba abierta, de nuevo.
.....2º.- La chulería de José Luís Carod, el inefable jefe de E.R.C., que aprovechó el programa de TVE1 “Tengo una pregunta para usted” para, mediante la ofensa al conjunto de los televidentes españoles, hacer una descarada campaña de promoción del catalanismo irredento, fascista y republicano dirigida a sus conmilitones y a los residentes en su región. El muy desconsiderado se permite cambiar el nombre y “catalanizar” cualquier cosa, pero se indigna cuando se dirigen a él como José Luís, y encima tiene la desfachatez de llamar la atención a los demás: ¡con un par!, con la cobardía del presentador Milá y con el beneplácito de La Moncloa (¿o es que son tan cenutrios que no se imaginaban de qué iba a ir la cosa?).
.....3º.- El programa de debate de Antena3 “360 grados”, que ayer trataba de responder a la pregunta “¿Reabre heridas la ley de memoria histórica?”. En la encuesta a los televidentes que se hizo pública al terminar la emisión, por cierto a las 02.30 A.M. ya de hoy, el 89.70% afirmó que sí se reabren las heridas de la Guerra Civil que terminó hace casi 70 años … y es que el ejemplo lo vimos en el plató: una miliciana, apodada “La Dinamitera”, y un combatiente del bando nacional, ambos de 90 años de edad, mostraron ante las cámaras sus diferencias irreconciliables cuando se trata de hablar de aquellos trágicos días … y parece que Zapatero y sus socios parlamentarios quieren que se hable, y mucho, del asunto: ayer tuvimos el primer debate televisivo. Por cierto, estuvo Carrillo, que sólo tuvo valor para hacer una primera intervención y, después, hizo mutis por foro … probablemente le acojonó la seriedad y el rigor de quienes tenía enfrente. Sin embargo quizás lo peor fue comprobar que en España tenemos mucha gente de mediana edad, que ni vivieron la Guerra Civil, ni la Transición, pero que están dispuestos a pegarse (dialécticamente y quizás más) para reabrir una confrontación muy peligrosa: recordaban a los nietos que quieren saldar viejas cuentas de sus abuelos cuando éstos ni están, ni les interesaría si estuvieran.
.....1º.- La escenificación versallesca de las gravísimas diferencias que existen entre el planteamiento del presidente regional vasco y el Presidente del Gobierno de la Nación sobre el asunto de la provocación nacionalista de convocar, no uno, sino dos referéndums, para la independencia del País Vasco.
Con la mejor de las sonrisas, y las más cálidas expresiones, cada uno contó su rollo: uno que habrá referéndum, por encima de todo, y el otro que no lo habrá, por encima de todo. Parecía que veíamos dos locomotoras de ferrocarril desbocadas, cuesta abajo y a tumba abierta que, en el momento del choque se traspasaban como seres angelicales (cuestionando la ley de la impenetrabilidad de los cuerpos) y, cada uno, seguía su camino como si nada … pero a tumba abierta, de nuevo.
.....2º.- La chulería de José Luís Carod, el inefable jefe de E.R.C., que aprovechó el programa de TVE1 “Tengo una pregunta para usted” para, mediante la ofensa al conjunto de los televidentes españoles, hacer una descarada campaña de promoción del catalanismo irredento, fascista y republicano dirigida a sus conmilitones y a los residentes en su región. El muy desconsiderado se permite cambiar el nombre y “catalanizar” cualquier cosa, pero se indigna cuando se dirigen a él como José Luís, y encima tiene la desfachatez de llamar la atención a los demás: ¡con un par!, con la cobardía del presentador Milá y con el beneplácito de La Moncloa (¿o es que son tan cenutrios que no se imaginaban de qué iba a ir la cosa?).
.....3º.- El programa de debate de Antena3 “360 grados”, que ayer trataba de responder a la pregunta “¿Reabre heridas la ley de memoria histórica?”. En la encuesta a los televidentes que se hizo pública al terminar la emisión, por cierto a las 02.30 A.M. ya de hoy, el 89.70% afirmó que sí se reabren las heridas de la Guerra Civil que terminó hace casi 70 años … y es que el ejemplo lo vimos en el plató: una miliciana, apodada “La Dinamitera”, y un combatiente del bando nacional, ambos de 90 años de edad, mostraron ante las cámaras sus diferencias irreconciliables cuando se trata de hablar de aquellos trágicos días … y parece que Zapatero y sus socios parlamentarios quieren que se hable, y mucho, del asunto: ayer tuvimos el primer debate televisivo. Por cierto, estuvo Carrillo, que sólo tuvo valor para hacer una primera intervención y, después, hizo mutis por foro … probablemente le acojonó la seriedad y el rigor de quienes tenía enfrente. Sin embargo quizás lo peor fue comprobar que en España tenemos mucha gente de mediana edad, que ni vivieron la Guerra Civil, ni la Transición, pero que están dispuestos a pegarse (dialécticamente y quizás más) para reabrir una confrontación muy peligrosa: recordaban a los nietos que quieren saldar viejas cuentas de sus abuelos cuando éstos ni están, ni les interesaría si estuvieran.
Pies de fotos; arriba a la izquierda José Luís y Juan José, cabizbajos, como de huida hacia adelante. En medio a la derecha: ahorramos al lector la faz del otro José Luís de hoy, Carod Rovira, y la sustituímos por el tricornio de su señor padre, de profesión Guardia Civil. Abajo a la izquierda: contribución a la "memoria histórica", interpretando el espíritu de los nonagenarios de Antena3.
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