Es una forma muy arraigada de señalar el colmo de la desgracia: “además de puta, ¡sorda!”, algo de esto le ocurre al dictador y ex-golpista Chávez, casi dos semanas después de que nuestro Rey le cortara en seco sus, digamos, maleducadas formas en la Cumbre de Santiago de Chile, el orangután (que me perdonen los amantes de los animales) por antonomasia de Venezuela vuelve a decir que “si le oigo, su corona habría caído al suelo. ¡Qué lástima que no le escuché!”, ¿insinúa que le habría dado una guantá?.
Debe estar sordo el muy cafre, el “¡Por qué no te callas!” de D. Juan Carlos I se oyó con nitidez y rotundidad en toda la sala de la reunión, y por extensión, con ayuda de las televisiones e internet, en todo el mundo. Y ha sido muy celebrado que el Rey haya sido el único mandatario capaz de pararle los pies al militarón golpista.
El individuo ha estado el domingo (18-XI) en Riad, en la cumbre de la OPEP, el lunes en Irán (en la foto posa con Ahmadineyad); ¿qué hacía en estos lugares?, pues lo suyo, lo de siempre, no puede salirse de la rutina de bufón de tres al cuarto.
Y ayer, martes, pasó por Paris, y salió con las orejas gachas … Sarkozy no le consintió gestos de macarrilla de barrio, además con dialéctica obrerista falsificada. Y para recuperar protagonismo no puedo hacer otra cosa que volver a zumbar al gobienno de España: dijo eso de que iba a Lisboa y que pasaría "rasante con su avión" sobre la Zarzuela, concluyendo con un "espero que no me disparen" ... ¡qué graciosillo el orangután!.
Debe estar sordo el muy cafre, el “¡Por qué no te callas!” de D. Juan Carlos I se oyó con nitidez y rotundidad en toda la sala de la reunión, y por extensión, con ayuda de las televisiones e internet, en todo el mundo. Y ha sido muy celebrado que el Rey haya sido el único mandatario capaz de pararle los pies al militarón golpista.
El individuo ha estado el domingo (18-XI) en Riad, en la cumbre de la OPEP, el lunes en Irán (en la foto posa con Ahmadineyad); ¿qué hacía en estos lugares?, pues lo suyo, lo de siempre, no puede salirse de la rutina de bufón de tres al cuarto.
Y ayer, martes, pasó por Paris, y salió con las orejas gachas … Sarkozy no le consintió gestos de macarrilla de barrio, además con dialéctica obrerista falsificada. Y para recuperar protagonismo no puedo hacer otra cosa que volver a zumbar al gobienno de España: dijo eso de que iba a Lisboa y que pasaría "rasante con su avión" sobre la Zarzuela, concluyendo con un "espero que no me disparen" ... ¡qué graciosillo el orangután!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario