Ayer, by night, while zapping, me topé con nuestro impresentable presidente autonómico dando una mítina para los suyos más cercanos (el gobierno regional en pleno, dirigentes del tripartito, altos cargos forales y de Vitoria, etc.) en el Palacio Euskalduna, dentro del ciclo "La reflexión de tres lehendakaris" (organizaba la inefable Fundación Sabino racista Arana), que se refiere a los tres lendacaris de verdad que hemos tenido (lo de Aguirre fue un esperpento y lo de Leizaola una broma chusca).
Me sorprendió la mise en scène; sobre una tarima, de pie: el hombre, una pantalla, un portátil y un cañón proyector, y él armado de un mando a distancia para pasar las imágenes. Parecía un antiguo PNN (profesor no numerario) haciendo méritos, ayudado por las nuevas tecnologías: una presentación de power point, y superadas ya las diapositivas, las filminas, los retroproyectores, las pizarras y las tizas, con su cañón.
En su intervención (retransmitida en directo por la ETB2 y también vía satélite para la diáspora) relativamente corta, Ibarreche repasó la historia del pueblo elegido y, sobre todo, desgranó con detalle su "hoja de ruta", feliz o estúpida expresión que, hasta dos días, sólo era un minúsculo papel que llevaban los ciclistas profesionales con el detalle de las dificultades orográficas con que se iban a encontrar durante la carrera.
Me sorprendió la mise en scène; sobre una tarima, de pie: el hombre, una pantalla, un portátil y un cañón proyector, y él armado de un mando a distancia para pasar las imágenes. Parecía un antiguo PNN (profesor no numerario) haciendo méritos, ayudado por las nuevas tecnologías: una presentación de power point, y superadas ya las diapositivas, las filminas, los retroproyectores, las pizarras y las tizas, con su cañón.
En su intervención (retransmitida en directo por la ETB2 y también vía satélite para la diáspora) relativamente corta, Ibarreche repasó la historia del pueblo elegido y, sobre todo, desgranó con detalle su "hoja de ruta", feliz o estúpida expresión que, hasta dos días, sólo era un minúsculo papel que llevaban los ciclistas profesionales con el detalle de las dificultades orográficas con que se iban a encontrar durante la carrera.
La clase magistral del PNN Ibarreche puede engañar ya a muy pocos: todas las premisas de las que parte son latiguillos ideológicos que no tienen ni pies ni cabeza en el orden jurídico, político, histórico y social; y sobre los latiguillos convertidos en premisas dispara con su cañón proyector unas conclusiones que son alucinantes.
¿No hay nadie para darle a este espantajo unas lecciones de real politik?. ¿No tiene el PP vasco o el PSE a nadie que sea capaz de preparar una exposición, una presentación o un argumentario alternativo al de este personaje siniestro, que nos va a llevar a la ruina a todos?.
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