
Cronología del disparate: el viernes 23 de noviembre la erchaina anunció que al día siguiente (noche del sábado al domingo, esto es, en la madrugada del 25) comenzaría a hacer controles de carretera para detectar la presencia de consumidores de drogas al volante.
"Oies, ditxo y etxo!". Los resultados los conocimos el lunes 26 ... y supusieron que 16 de los 58 automovilistas seleccionados dieron positivo (el 27%): el mecanismo es sencillo, se mezcla la saliva recogida por medio de un bastoncillo con un reactivo ... y listo (es como un predictor).
El jarro de agua fría llegó a las 24 horas: los chicos de Balza había puesto en marcha los "test de drogas" sin el aparataje necesario para verificar los resultados, porque un bastoncillo que cambia de color carece de fiabilidad, y no permitiría la imposición de sanciones; es más, la noticia se complementa con la información que dio el Director de Tráfico del gobierno de Vitoria, que dijo en julio que "el análisis tardaría dos años en llegar". (¡manda güebos!). Para resolver este "pequeño" problema, la consejería de Interior nos dice que "encargará las pruebas a laboratorios privados o a la UPV". (A lo que parece, sigue la chapuza y la improvisación).
El remate es de hoy: Interior va a pedir ayuda a los Mozos de Escuadra, de la C. A. de Cataluña, que tienen sobrada experiencia en la materia (allí el 70% de los controles da positivo).
¿Qué novedad habrá mañana?, sólo hay una de interés: la dimisión o el cese del responsable de la enésima txapuza nacionalista en el Departamento de Interior. Pero no descartemos que el impoluto Balza, haga como en el gravísimo error de la bomba en los Juzgados de Guecho (no comprobar los vídeos), es decir, sancionar al último de la fila; en esta ocasión siempre podrá "meter un paquete" a los agentes que realizaron el "narcotest" el pasado finde. ¡Así se resuelven los errores políticos en esta región!, ¡siempre paga el último de la fila!.